En algunas oficinas el cambio de estación es más que notable debido a un mal aislamiento de lugar. Proteger a tus empleados de las temperaturas extremas es imprescindible para que se encuentren cómodos en su lugar de trabajo.
Habrá que tener por tanto un buen aislamiento en las ventanas. Esto también se traduce en una reducción de la factura de la luz en un 70%. Dado que el calor no puede escapar ni el frío entrar. Optimizaremos la utilización de la calefacción y el aire acondicionado.
A su vez, si vives en una zona donde suele hacer mucho frío, será necesario que realices un asilamiento de ventanas. A la hora de contar con profesionales de las reformas integrales en Córdoba tendrás toda una variedad de posibilidades que te facilitarán este proceso.
Tipos de aislamiento de ventanas
Los profesionales de Laocoonte informan de la existencia de 3 tipos de aislamiento de ventanas: de PVC, de aluminio y de madera. En función del uso de la estancia y su exposición a diferentes temperaturas se utilizará una u otra.
En general, a la hora de trabajar con el aislamiento de ventanas hay que fijarse en factores como son el marco, el acristalamiento, el número de cartas y la forma en la que se abren y cierran.
En el caso de las ventanas de madera ofrecen un buen aislamiento acústico y térmico. La madera es un buen aislante por naturaleza. Pero habrá que tener en cuenta que en caso de ser muy decorativas habrá que invertir dinero y tiempo en su conservación.
Las ventanas de PVC tienen una gran capacidad de aislamiento tanto para el frío como para el calor. El material del cual se compone su marco impide que el calor se traslade de un lugar a otro, consiguiendo que ahorres hasta un 50% en el consumo energético.
Por último, las ventanas de aluminio tienen ventajas, pero también son un mal aislante térmico. Sin embargo, presentan una mayor resistencia a la intemperie y de fácil mantenimiento.
Consultar con profesionales de reformas integrales en Córdoba te permitirá conocer las distintas posibilidades en cuanto a los cambios de tu oficina. No solo se traducirá en un menor gasto del consumo eléctrico, también en un mayor bienestar de tus empleados.