Cómo convertirte en una farmacia de referencia

Cómo convertirte en una farmacia de referencia

La evolución de las farmacias tiene como objetivo llegar a convertirse en un nuevo centro de salud del paciente. A ellas acuden muchos clientes para ser atendidos en primer lugar por un profesional sanitario de confianza y cercano. En ellas encuentran una escucha activa y el asesoramiento en situaciones que viven en su día a día.

Por ello, las farmacias han concentrado sus esfuerzos en crear vínculos con los clientes para generar confianza y conseguir que sus servicios pasen a ser su principal valor añadido. Así lograrán ser centros de referencia para los clientes. Ejemplo de ello es Farmacia I+, un grupo de farmacias que ya cuenta con 55 farmacias distribuidas por toda la geografía española. Destaca su clara vocación por la salud y el bienestar de sus pacientes, quedando reflejada en cada una de las acciones que lleva a cabo en sus distintos centros.

Dentro de los diversos servicios que ofrecen las farmacias no solo debe ser un lugar donde recoger la medicación prescrita. También convertirse en un centro para prevenir enfermedades, promoviendo, de esta manera, el autocuidado del paciente.

Pero, ¿cuál es la clave para ser un grupo de farmacias de referencia? Lo cierto es que no existe ninguna fórmula mágica que indique los distintos pasos a seguir para conseguirlo, pero sí es cierto que apostar por una formación continua para los equipos de las farmacias hace que el servicio ofrecido sea mucho más completo. Por otro lado, no debemos olvidar la importancia de la motivación a la hora de realizar el trabajo. Un trabajador implicado será mucho más eficiente y a la vez más útil de cara a los clientes.

El objetivo será, por lo tanto, cuidar en todo lo posible la imagen que reciben los clientes de la farmacia. Cómo la perciben determinará también si deciden o no depositar en ti la confianza necesaria para hacer una compra repetida en el establecimiento y lograr la fidelización.

Crear una marca es imprescindible para que los clientes puedan reconocerte. Para ello deberás crear toda línea que relacione los distintos establecimientos de tu grupo de farmacias para que exista vínculo entre ellas. Todos estos elementos, que serán reconocidos por los clientes, te definirán como empresa.

Yendo un poco más allá, por ejemplo, tendrás que conseguir ordenar tus productos con un estilo único. Tampoco podrás pasar por alto la disposición del escaparate o la decoración en el punto de venta. Solo así conseguirás ser identificado, a la vez que diferenciarte de la competencia.

Todo ello acabará traduciéndose en un incremento de la confianza por parte de los clientes, además de fidelizarlos; algo que hará que si en algún momento necesitan algún producto no duden en acudir a tu farmacia al conocer el tipo de servicio ofrecido.

Sabrás que tu farmacia ha pasado a ser un lugar de referencia en el momento en el que los clientes se refieran a ti como “mi farmacia” o “mi farmacéutico”. Ofrecer un servicio personalizado hará que quieran repetir, pasando a ser un hábito.

Son los propios pacientes quienes recomendarán a conocidos y familiares tu farmacia, creando así una red con la que podrás crear vínculos de confianza y hábitos. Pero ello no te exime de seguir con la formación y la innovación dentro del espacio. Ampliar tu abanico de productos o servicios, así como también hacerlos mucho más especializados te abrirá las puertas de cara a poder mantener a esos clientes y conseguir nuevos.

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