Al igual que otras muchas personas, te encuentras ahora en situación de desempleo porque la empresa en la que trabajabas te ha despedido. Si este es tu caso y no tienes claro qué debes hacer en este momento, lo mejor es que te pongas en manos de una asesoría laboral que se convierta en tu consejera.
Concretamente al acceder a los servicios de esta entidad, te indicará toda una serie de cuestiones fundamentales para conocer el estado de tu situación:
- Te mostrará cuáles son los documentos que tu antigua empresa te ha tenido que aportar: impresos oficiales de cotización, documentos de salario de lo que serían los 180 últimos días, certificado de empresa, la acreditación de la terminación del contrato, el abono del salario y el finiquito.
- Se encargará de hacerte las recomendaciones necesarias sobre los pasos que hay que llevar a cabo en el caso de que considere que lo tuyo ha sido un despido improcedente.
- Procederá a tramitar, en el caso de que así sea necesario, las impugnaciones de expedientes de regulación de empleo, de inaplicación salarial, de expedientes contradictorios…
- De la misma forma, se encargará de iniciar las demandas que fueran necesarias por cuestiones tales como reclamación de salarios o de daños y perjuicios.
- Asimismo, acometerá la correspondiente burocracia relativa a los subsidios que te corresponden o a las prestaciones por desempleo.
Estas son, a grandes rasgos, las importantes ayudas que te ofrecerá la asesoría laboral a la que acudas. No obstante, también es importante que gestiones convenientemente esta situación de desempleo por tu propia cuenta. Es decir, que no te desanimes, que aproveches ese parón laboral para seguir formándote y que comiences una nueva búsqueda de trabajo.
Si necesitas más ayuda con tu despido, infórmate aquí.
